Para el que no me conozca, es muy importante que tenga presente, un hecho bastante relevante: hasta hace un mes, yo no sabía que era eso de facebook, twitter y menos aun, un BLOG.
Estaba yo tan eufórico, por haber conseguido ser capaz de seguir los pasos necesarios,
para hacer comentarios en BLOGS Estaba tan contento que me animé a tener el mío propio.
Sin ayuda
de nadie y después de horas de luchar contra la informática, conseguí editar un artículo de prueba, con su correspodiente importación de foto.
Juguetón como un niño, irresponsable como un principiante, radiante por el gran descubrimiento, el BLOG recién salido del horno, es twiteado a un reducido grupo de personas, con el único interés de enseñar lo que había hecho, igual
que un niño pudiera enseñar a sus padres, el dibujo pintado en el colegio.
En efecto, como es normal y cortés, recibí palabras de ánimo y felicitación.
En la vorágine de mi creatividad, oculta en lo más recóndito de mi ser, decido probar
nuevas cosas, juguetear con el diseño, para lo cual edito un nuevo artículo, sin
ninguna pretensión ni valor literario, que acompañaría la importación de unas cuantas fotos de
mi fichero general.
Bien es verdad, que el resultado obtenido no pudo ser más nefasto, también es cierto
que mi nueva osadía de publicarlo en TWITTER, merecía una callada por respuesta.
Me hubiera parecido justo y comprensible, por abusar de la amabilidad de la gente, pero no fué así,
recibí de uno de los destinatarios, un varapalo, seco y breve,
de los que hacen pupa.
Reflexioné las palabras en cuestión que citaba el mensaje: " No acostumbro a mentir, NO ME GUSTA ".
Se convirtió en el primer reproche informático, duele igual que los demás y es igual
de innecesario.
Para el que no me conozca, es muy importante que tenga presente, un hecho bastante relevante: hasta hace un mes, yo no sabía que era eso de facebook, twitter y menos aun, un BLOG. 